LAS SABANAS DE LA VECINA
Qué sábanas tan sucias
cuelga la vecina en el tendedero…!
- Le comentó una mujer a su marido-.
Quizás necesita un jabón nuevo…
¡¡Ojala pudiera ayudarla a lavar las sábanas!
! El marido la miró sin decir palabra alguna.
Cada dos o tres días,
la mujer repetía su discurso,
viendo a través de la ventana,
como la vecina tendía su ropa recién lavada.
Al mes,
la mujer se sorprendió
al ver a la vecina tendiendo las sábanas blancas,
como nuevas,
y dijo al marido:
¡Mira,
por fin ha aprendido a lavar la ropa!
Le enseñaría otra vecina?
El marido le respondió: -
No,
hoy me levanté más temprano
y lavé los vidrios de nuestra ventana…
Como me gusta esta historia.
A veces criticamos algo que desconocemos,
sin saber que quizás
los que estamos mal somos nosotros.
Todo está en el color del cristal con que se mire.
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