Cuando tengas que arrancarte alguna espina
que el contacto con la tierra te haya impuesto
en la piel del alma,
refléjate en los colores incesantes de las flores
de alegría que mi amistad te ha ofrecido.
Cuando tengas que arrastrar alguna piedra
del camino a recorrer,
detente a contar los kilómetros seguros
en que hemos transitado juntos.
Cuando tengas que preguntar por qué Dios
ha creado las sombras de la noche,
piensa en los millones de estrellas
que las sombras te descubren
y que son sólo para ti.
Cuando tengas que atravesar alguna dificultad
del mundo,
suma las bendiciones que ya posees
y sentirás el corazón bautizado
en el océano de la bondad de Dios.
No pierdas tu fe entre las sombras del mundo.
Aunque tus pies estén sangrando,
camina siempre para el frente!
Cree y trabaja, porque a tu lado siempre va un ángel.
Todo pasa y todo se renueva en la Tierra.
Eleva hoy entonces tu mirada y camina.
¡Lucha y sigue adelante!
¡Aprende a adelantarte!
Algunos días,
es posible que la tempestad te amargue,
o el corazón te atormente,
o un ideal te aguijonee con la aflicción,
pero no te olvides que:
¡Dios se disfraza muchas veces de problema,
para probarte, para enseñarte,
y para cuidarte!
Ten fe y avanza siempre,
sigue adelante y ten siempre tu alma de pie.
Vive plenamente el presente y disfruta de todo el camino,
pues la meta no está al final del mismo,
sino en cada paso que des.
Tu felicidad depende de ti mismo;
¡fluye desde adentro
y puedes ser feliz en cualquier parte
y a cualquier edad!
Absorbe cada momento de tu vida,
con la pasión con que se vive
algo que se tiene sólo por una vez.
Envejecer es natural,
la vida es maravillosa en todas sus etapas.
Y nunca es demasiado tarde para empezar de nuevo.
Rompe con lo convencional
y toma las riendas de tu vida.
Habrá quienes no te entiendan,
no necesitas que todo el mundo te apoye.
Es más, precisas gente que te critique
y te de la espalda;
de esa manera podrás moldear tu flexibilidad,
tu humor y tu fortaleza.
Recuerda que;
¡Tú eres fuerte!
Recuerda que tu felicidad nace de adentro,
que no puedes, no debes depender de las circunstancias,
porque éstas son cambiantes.
Comprende tu naturaleza,
acéptala y... ¡Pon de pie a tu alma!
Acepta el desafío de vivir plenamente
en tiempos turbulentos.
Y si no hay una puerta de salida
en la situación en que te encuentres,
entonces... ¡Rompe la pared y sigue adelante!
Tú eres la persona que más amas,
y en ese contexto de amor y respeto
toma la firme decisión de:
¡Jamás darte por vencido!
Sonríe... ¡La vida es bella!
05/29/2014