Reflejo!
Cierto día, un muchacho desilusionado resolvió seguir el ejemplo de los "cuentos de la infancia”. Se colocó frente a su espejo y preguntó: - Querido espejo, quiero que me mires y me digas: Existe alguien más infeliz que yo? - Con certeza, respondió el espejo, existe alguien más triste que tú en este momento. Y ese alguien soy yo. El muchacho miró espantado. No esperaba que un espejo hablara, y aún contra él. Pero el espejo prosiguió: - Tú no imaginas el dolor que yo siento al ver, en mi reflejo, una persona que dejó que sus problemas tomen control de su vida, que ya no tiene ganas de luchar y principalmente que no consigue ver dentro de sí mismo sus cualidades, sus capacidades, su ingenio. Me gustaría que estuvieras en mi lugar para mirar lo que yo veo.
- Tú eres una persona tan inteligente, que le dice a todo el mundo, que tiene un Dios poderoso, y que tantas veces les habló del amor de Dios, y ahora se muestra tan derrotado. Querido amigo, Dios, es tan pequeño en tu vida para que tú te sientas tan desilusionado e infeliz como te encuentras ahora?
- Me da mucha pena que tú no veas a través de mí toda tu facilidad en lidiar con las personas y sus problemas, y como es de expresiva tu voz y tu palabra cuando hablas de Dios, y cuán grande es tu corazón lleno de amor para todo aquel que lo necesita, y por eso muchas personas te aman.
Por eso te miro y te Digo! Levanta esa cabeza, pues dificultades todos tenemos, así como todos guardan dentro de sí algo especial para dar, y tienen la capacidad de hacer de su propia vida algo precioso.
- Tu ignoras a Cuántas personas les gustaría ser cómo tú : saludable, inteligente y con toda la vida por delante! Y a pesar de que no tienen lo vuestro, muchos de ellos sin embargo, son felices y agradecen a Dios por sus vidas! Usa tu sensibilidad - ese, algo esencial para la vida. Motívate: al despertarte por la mañana, piensa, habla contigo mismo: "hoy mi día será productivo, alegre y lleno de vida, pues tengo a Dios conmigo." Hago esto con amor en el corazón y pongo a Dios primero en todos mis objetivos. De hoy en delante, quiero ver otra imagen reflejada en mí. Una imagen de alegría interior.
La vida es tan corta. No pierdas tiempo con los momentos ruines. Has de ellos experiencias positivas para continuar tu vida. Ser feliz depende de una vida en comunión con Dios y en armonía contigo mismo. Lo que viene después de eso, son sólo resultados. Tu postura delante de la vida determina el rumbo a tomar.