Bajé del autobus y caminé 100 metros aproximadamente, para situarme en otra calle paralela. Llegué a la esquina y me disponía a cruzar la calle. Un boulevard peligroso, de intenso tráfico de autos.
El momento propicio para cruzarlo es cuando a 150 metros en ambas direcciones, los semaforos en rojo
detienen por medio minuto a los automovilístas que ansiosos desean proseguir raudos su camino.
Al estar en esa espera, me percaté que al lado mío estaba una joven de pelo negro y largo. Sus facciones
delicadas, muy blanca. Figura esbelta y de 1.65 de estatura. Su edad cercana a los 22 años.
En su mano traía un baston largo, delgado. Sus lentes obscuros confirmaron << Era Invidente>>
Le pregunté: --Vas a cruzar?-- A lo cual respondió con seriedad ---Sí.-- Le volví a preguntar: ---Me permites acompañarte?--- Y contestó con beneplácito ----Sí, si me hace el favor-----
Colocó su mano sobre mi hombro derecho y en el momento justo nos encauzamos a ir hasta el camellón,
antes de subirlo con su bastón tocó el borde y lo subimos. Lo mismo al bajarlo.
Finalmente llegamos a la acera de enfrente. Subimos la guarnición de la banqueta, dimos un par de pasos y
se detuvo. Retiró su mano de mi hombro, dándome las gracias; para luego orientarse al rumbo donde yo
también iba.
Le pregunté: ---Vas a la Biblioteca?--- me dijo ¡ Sí ! Voy a la biblioteca.
Insistí : ---Si vas hacia allá, aceptas te guíe?---- Puso su mano en mi hombro y caminamos en esa misma
dirección. Al recorrer ese trayecto bordeado de árboles frondosos y el aroma de los prados recién regados,
le dije: ----Te felicito y admiro tu valentía. Mira que venir sin compañía, cruzar ese boulevar tan peligroso.
Realmente se requiere de mucho valor.----- Su respuesta me sorprendió, por su aplomo directo y sencillo
¡ Oh no ! -----Se pierde el temor cuando se sabe a donde se va. " Sabes en todo hay riesgo, pero la seguridad
te la das a ti mismo al avanzar".----- Aquí me encuentro con otros amigos que me esperan. Juntos entramos
y leemos en braille.-----
Ciertamente poco antes de la entrada principal estaban 3 jovencitas y un hombre de más edad que todos.
Sus bastones y lentes obscuros les denunciaban. Sin embargo estaban en amena charla.
Al acercarnos mi acompañante los saludó con un fuerte ¡ Hola ! . Luego quitó su mano y me dió las gracias
nuevamente. Solo le dije de despedida: "Dios los cuide y los bendiga."
Entré al edificio, recorrí los pasillos. Al fin elegí tres libros y me dispuse a regresar a casa, siguiendo el
cruce del Boulevard, subir al autobus, hacer un transbordo y finalmente llegar hasta mi puerta.
En el trayecto me vino a la mente el comentario de la jovencita invidente; En forma de reflexión .
< Que aprendizaje obtuve de ella al hacer un pequeño acto de bondad>
- El recorrido lo hace cada quien " SOLO"
- Yendo al encuentro de su Destino.
- Lo importante es saber a Donde vas. Hacia donde te diriges.
- La seguridad te la das a ti mismo conforme actúas y avanzas.
Esta anécdota que hoy les comparto, podría serle útil a alguno de ustedes en particular o bien para transmitirla a alguien que se encuentre en la disyuntiva de elegir el camino o rumbo a su Destino.
Hay quienes contando con todas sus facultades en excelentes condiciones, NO VEN y sufren de ceguera mental.
Y hay muchos otros que carentes de la vista, SI VEN su destino y su futuro con alegría y esperanza.
La diferencia estriba en su actitud y en su manera de pensar. Ustedes que piensan?
Reciban un abrazo fraterno. Con mis mejores deseos. Roger Angel Leos
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