DE LA BOCA DE LOS NIÑOS...
Se oyó a un niño rezar:
"Jesús, si no me puedes hacer un niño bueno, no importa. Yo me divierto mucho así como soy"
Una familia regresaba a casa tras el bautismo de su bebé.
El hermanito lloraba desconsolado en el carro.
La mamá le preguntó tres veces qué le pasaba.
Finalmente el niño respondió:
"El padre en la iglesia dijo que nosotros debemos crecer en una familia cristiana.
¡Pero yo me quiero quedar con ustedes!"
La maestra de catecismo preparaba a los niños para la misa y les pregunta:
"¿Por qué debemos estar calladitos en la misa?"
Enseguida una niña responde: "Porque están todos durmiendo y no los debemos despertar".
Una madre preparaba desayuno para sus hijos, José y Carlitos. Ellos comenzaron a discutir por el primer plato.
La madre aprovechó para darles una enseñanza: "Si Jesús estuviera aquí esperando su desayuno, El diría:
"Deja que mi hermano reciba el primer plato y yo espero".
Carlitos se vira hacia José y le dice: "Hoy te toca a tí ser Jesús".
Ante muchos invitados, la madre de la familia le pide a su hija de seis años:
"¿Te gustaría bendecir la mesa?"
La niña le responde: "No sé qué decir"
"Di lo que has oído a tu mami decir", le pide la madre.
Entonces la niña, sintiéndose más segura, inclina su cabeza y dice:
"Dios mío, cómo se me ocurrió invitar a tanta gente a la cena".
Una niñita le estaba platicando de las ballenas a su maestra. La profesora dijo que era físicamente imposible que una ballena se tragara a un ser humano porque aunque era un mamífero muy grande su garganta era muy pequeña. La niña afirmó que Jonás había sido tragado por una ballena.
Irritada, la profesora le repitió que una ballena no podía tragarse a ningún humano; físicamente era imposible.
La niñita dijo, "Cuando llegue al cielo le voy a preguntar a Jonás".
La maestra, le preguntó, "¿Y qué pasa si Jonás se fue al infierno?"
La niña le contestó, "Entonces le pregunta Usted".
Una maestra de kínder observaba a los niños de su clase mientras dibujaban.
Ocasionalmente se paseaba por el salón para ver los trabajos de cada uno.
Cuando llegó a donde una niñita que trabajaba diligentemente, le preguntó qué estaba dibujando. La niña replicó, "Estoy dibujando a Dios."
La maestra se detuvo y dijo, "Pero nadie sabe cuál es la apariencia de Dios".
Sin pestañear y sin levantar la vista de su dibujo, la niña contestó, "Lo sabrán dentro de un minuto."
Una profesora de catecismo estaba discutiendo los Diez Mandamientos con sus niños de 5 y 6 años. Después de explicar el mandamiento de "Honrar Padre y Madre," les preguntó, - "¿Hay algún Mandamiento que nos enseñe cómo tratar a nuestros hermanos y hermanas?" Un muchachito contestó, "No matarás".