Hay días que pesan mas que otros, eso lo fui notando en los últimos años. No es que este mas viejo, de hecho recién tengo 67, supongo que me quedan muchos mas de vida, pero sin duda creo que hay días que pesan mas que otros. Uno elige momentos generalmente, o apunta a esos momentos… espera que lleguen y eso es criar una expectativa, ahí los días se hacen mas livianos, pueden ocurrirte cosas de menor importancia que sin duda le das el valor que merece, justamente porque tus expectativas están distraídas, tus pensamientos están llenos y tu incertidumbre se complementa con la imaginación. Contás los días que restan, imaginas como va a ser todo y sin duda tu paciencia se vuelve insoportable. De repente llega ese día y pensas, ‘Tanto tiempo espere esto y solo durará algunas horas’ sentís que todos esos días que estuviste expectante fueron en vano y la verdad es que no lo fueron, no lo fueron porque ese momento lo elegiste vos.Ahora… hay otros días que los momentos te eligen a vos, como me ha pasado en estos últimos, o en semanas anteriores. Uno vive en la rutina y muchas veces se entrega a ella, dejando que la misma rutina se encargue de sorprendernos y ahí es cuando los días se ponen pesados. Llega el momento de melancolía y con ella la lista interminable de preguntas. ¿Soy feliz? ¿Cuál será mi futuro? ¿Si hoy dejaría de existir como seria todo? y así uno va metiendo preguntas en la mochila para que sea cada vez mas pesada. Pones la radio y escuchas la canción justa y decís ‘No puede ser, esto es exactamente lo que me esta pasando a mi’, mandas el mensaje equivocado, sabiendo aun cuando lo estas escribiendo que mañana te vas a arrepentir, pero sabes que en ese momento necesitas hacerlo. Hablas con un amigo y te pregunta ¿Cómo estas? y siempre le decís bien, pero te gustaría colgarte horas, con un mate de por medio, para hablar de lo que estas sintiendo. De repente cada noticia te sensibiliza, te volves vulnerable, hasta que no te aguantas mas y decidís apagar la radio, no escribir mas en el celular y buscas nuevas expectativas para que esa mochila no se llene y no sea tan pesada… Comprendes que problemas son los que no tienen solución, que la melancolía es necesaria y absurda a la vez, caes que sos feliz y que solo necesitas conjugar el verbo vivir para serlo cada día.
La balanza de la vida necesita de estos días, por eso es que muchas veces disfrutamos de los que son pesados, no por masoquismo, sino por necesidad… de eso se tratan mis heridas absurdas de esencias reales.
Hasta mañana felices sueños.
(D.A)
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