Una pareja de ancianos estaban acostados en la cama una noche. El marido se queda dormido, pero la mujer estaba en un estado de ánimo romántico y quería hablar.
La mujer dice: "Solías sostener mi mano cuando cortejabamos." Con cansancio el marido toma la mano de su mujer por unos segundos y luego trata de volver a dormir. "
Unos momentos más tarde dice: "Luego solías besarme."
Ligeramente irritado el marido le da un beso en la mejilla y se dispone a dormir.
Treinta segundos más tarde dice: "También solías morder mi cuello."
Con rabia, tira las sábanas y se levanta de la cama.
"¿A dónde vas?" preguntó ella.
"¡Voy a por mis dientes!"