Desiderata
Camina y vive tranquilo
entre el ruido y la prisa,
y piensa en la paz
que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto te sea posible y sin rendirte,
mantén buenas relaciones con todas las personas.
Esquiva a las personas ruidosas y agresivas,
pues son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás,
te volverás vano y amargado
pues siempre habrá personas
más grandes y más pequeñas que tú.
Por eso, debes estar en paz con Dios,
cualquiera que sea tu idea y tu sentir de Él.
Y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones,
conserva la paz en tu alma
en la bulliciosa confusión de la vida.
Aún con toda su farsa, penalidades y sueños fallidos,
el mundo es todavía hermoso.
¡Sé cauto, esfuérzate por ser feliz!
© Autor: Max Ehrmann