Si todos aportamos nuestro granito de arena, dando amor a nuestros semejantes, siguiendo el ejemplo que nos deja Jesús en Su Misericordia Infinita, este mundo cambiarà.
Jesús nos da un amor incondicional, pues a pesar de saber que somos pecadores, que reincidimos una y otra vez en el pecado,
su perdón siempre està latente, èl no deja de confiar en nosotros, y de llenarnos de bendiciones.
Amemos pues a nuestros hermanos, con un amor sin condicionar, compartamos con los menos favorecidos, los bienes que recibimos de Manos del Creador.
Muchas gracias Cielo querida! agradecemos en todo lo que vale, tu participación, sobre todo en este dìa tan especial para tì, que nos has hecho un espacio para hacernos llegar tan hermoso mensaje.
Flaquita