¡Gracias a tì, Nanita!
Por tanto que nos das cada dìa, por tu valiosa amistad que entregas sin reservas, gracias por ser y estar
Es indudable que el afecto y la sincera amistad por este medio, surgen de manera espontànea, no es necesario mirarse a los ojos, para sentir esa empatìa que nos une a los amigos cibernéticos. Entre nosotros no importa posición social ni económica, no importa raza o color, ni tampoco importa físico. Importa, si, y mucho, el ser interior de cada uno, que es lo que nos identifica. Solo quien lo ha experimentado puede entenderlo.
¡Gracias amiga mìa, aquí está mi mano franca y abierta que se brinda sin reservas para ti y para todos nuestros amigos