Querida Pirusky, uno de los dones más hermosos que tenemos, es nuestra capacidad de recuerdo.
Al recordar momentos bellos que hemos experimentado en el pasado, es volver a vivirlos, volver a sentir con toda la fuerza, esa felicidad que nos transporta. Aún los momentos difíciles que evocamos, tienen ese sabor especial que nos une al ser amado al volver a vivirlos, pero ya sin la pena que en su momento causaron, sino con la alegría de la solución favorable que tuvieron, es decir, el dolor que nos causaron en aquel entonces, lo sepultamos y disfrutamos la experiencia que nos hizo crecer.
Ten un delicioso domingo, siempre con la Bendición de Papito Dios que se derrama sobre tí.
Con amor...
Flaquita