Generalmente esos cambios son benéficos. Después de un problema, pena o dolor, ya no somos los mismos...¡hemos aprendido mucho! y hemos crecido, espiritual, emocionalmente y como ser humano.
Lamentablemente también hay quien cambia en sentido negativo, ante una pena, se endurece su corazón, y se le "agria" el carácter...¡ya crecerá también!!
Muchas gracias Fer!, es un excelente aporte
Flaquita