Salva querido amigo mío, me he permitido
reproducir aquí la poesía que nos has traído,
porque de repente es un poquito difícil abrirla.
Gracias mi niño!!
Flaquita
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ADOLESCENTE
Adolescente fui en días idénticos
a nubes, cosa grácil,
visible por penumbra y reflejo,
y extraño es, si ese recuerdo.
busco, que tanto, tanto duela sobre
el cuerpo de hoy.
Perder placer es triste
como la dulce lámpara sobre
el lento nocturno;
aquél fui, aquél fui, aquél he sido;
era la ignorancia mi sombra.
Ni gozo ni pena; fui niño
prisionero entre muros cambiantes;
historias como cuerpos,
cristales como cielos,
sueño luego, un sueño más alto que la vida.
Cuando la muerte quiera
una verdad quitar de entre
mis manos, las hallará
vacías, como en la adolescencia
Luis Cernuda
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