¡Ahhhh Piroski querida!! que rico despertar con el canto del gallo, después de haber dormido arrullada por el canto de los grillos, ¿no?...bueno, la verdad es que me encanta el campo, granjas o rancho...ese ramo me llama mucho la atención,
tal vez en vida pasada fui granjera jejeje.
Me trajiste gratos recuerdos, te cuento: Fui apicultora por más de 30 años, y en la casa tenía un criadero de abejas reinas. Obviamente no podía vivir en la ciudad, está prohibido tener animales y más abejas. Viviamos en un núcleo de población
ejidal. En la casa, a la entrada teníamos el negocio, en medio la casa habitación, y al fondo el criadero de reinas.
Tenía un pequeño gallinero y conejos...que rico eran esos despertares (con el canto del gallo precisamente),
el alimentar a las gallinas y recoger los huevos, era algo bonito.
Curiosamente después de tantos años, me volví alérgica al piquete de abeja, así que tuve que dejar ese negocio apícola.
Primero evité ir al campo a los apiarios, iban solos los trabajadores, pero tampoco podía ya injertar larvas para
la cría de reinas, así que me ví forzada a dejar la apicultura.
Los conejos nos los comimos jejeje (aprendí a guizarlos en
"chile-ajo"), y algunas gallinas también terminaron en mi cocina, las demás acabé regalándolas. Nos cambiábamos a la ciudad,
y ya era imposible tenerlas.
¡Uyy mi reina!, que de recuerdos me trajiste...¡hasta el olor a miel, a cera, a polen, a mañanas frescas, me inundó ahorita!!
Muchas gracias nena, pásala de lujo que lo mereces.
Con amor...
Flaquita