Un secreto que encadenó su existencia por más de 20 años...¡por fín liberado!!.
Ciertamente cargar con algún secreto propio, condiciona la vida, la limita en muchas funciones, pues no se actúa de acuerdo ni con las convicciones ni con el natural impulso.
¡Que rico es ser libre de uno mismo!, ser totalmente transparente sin el temor a ser descubierto en algún íntimo secreto. Somos aceptados tal cual, con cualidades y defectos...¡nada que guardar!...y si alguien no nos acepta...no es digno de nuestra confianza
Gracias Salva querido, ya extrañaba tu poesía.
Flaquita