Hola amigos de 60!!!!
A propósito del mensaje que nos dejó Ana (Amapola y Violeta), titulado "Ya no me enojo", les cuento:
Antier fuimos mi esposo y yo a cuidar a mi nietecito. Nos sentamos en el piso a jugar con él, (tiene un año dos meses y es una "tromba") hubieran visto la cara que puso cuando su abuelo se sentó en el suelo, se quedó muy sorprendido, se lleva una manita a la cabeza y dice "Ouch", (en su lenguaje es " ay,se cayó").
No se como se metió debajo de la cuna, medio cuerpecito estaba atorado, mi pequeño gritaba que quería salirse de ahí y estaba atorado de las pompis (tal vez por el pañal que le hace bulto), no lo podíamos sacar, así que levanté la cuna, mientras mi esposo jalaba al nene de los bracitos. El bebé salió muy sonriente a correr como si nada.
Levantar esa pesada cuna, me hizo mucho daño, cuando llegó mi hija, yo casi no podía caminar y ayer todo el día estuve acostada con dolor muy fuerte...en la noche me pide Gervacio que lo acompañe al super...no se decirle que no, me apena mucho su situación, así que accedí a acompañarlo, pensando que al llegar al super, tomaría un carrito automático para no lastimarme más, pero no había, asi que hice las compras caminando muy, muy lento.
Al llegar a la caja (después de estar formada en una fila por más de 10 minutos), la cajera me dice que ya no está cobrando, que el señor que iba delante de mí, fue el último. Le rogué que nos cobrara pues las colas en todas las cajas estaban muy largas, y yo ya no podía estar de pie, el dolor era muy fuerte...no quiso, me dijo que ya tenía que cerrar su caja.
Bueno, no habiendo más remedio, me fui a formar a otra caja, y de pronto veo que la cajera que no quiso cobrarnos, seguía cobrando, no cerró su caja como me dijo...¡perdí los estribos!, malamente, lo se, pero ya estaba desesperada, ¡quería mi cama ya!.
Cuando por fín pagué, fui bastante enojada con esa señorita y le espeté, le pedí su nombre para reportarla, la pobre chica se disculpaba diciendo que le ordenó su supervisora que siguiera cobrando porque había mucha gente, yo estaba muy molesta la verdad...me dejé llevar por el dolor que tenía, y permití que el coraje, la rabia se apoderara de mi ánimo...y he aquí las consecuencias. Regresé a casa aún molesta...¡perdí mi paz!, a nadie más perjudiqué, más que a mi misma.
Ahora que ya estoy serena, recuerdo con pena la "explosión" que tuve en contra de la chica que tal vez en verdad no era culpable, que obedecía ordenes, pero en ese momento yo no escuchaba sus explicaciones, solo sentía que fuimos injustamente tratados, únicamente vi lo que para mí fue una falta de respeto y el dolor que me atenazaba, me doblaba del dolor tan intenso. Pensé que si hubo cambio de orden, debió llamarme para cobrarme y no dejarme en la fila de la otra caja, esperando turno.
Creo que lo más prudente y justo es ir mañana si amanezco mejor, a ofrecer una disculpa a la chica, que en todo caso, la culpa debería recaer en la supervisora, no en ella...lo dicho: no es conveniente enojarse bajo ninguna circunstancia, so pena de sufrir las consecuencias, la primera de ellas es perder la paz interior por la que tanto luchamos. El coraje nos ciega y eso es malo.
¡Ups! creo que su amiga Flaquita, no razonó bien...no es tan dulce como parece jejeje.
Con amor...
FLAQUITA