Martes de la XII Semana del Tiempo Ordinario
13 DE JUNIO/2017
PRIMERA LECTURA
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,18-22):
¡Dios me es testigo! La palabra que os dirigimos no fue primero «sí» y luego «no».
Cristo Jesús, el Hijo de Dios, el que Silvano, Timoteo y yo os hemos anunciado, no fue primero «sí» y luego «no»; en él todo se ha convertido en un «sí»; en él todas las promesas han recibido un «sí». Y por él podemos responder: «Amén» a Dios, para gloria suya.
Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros.
Él nos ha ungido, él nos ha sellado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda suya, el Espíritu.
PALABRA DE DIOS
¡TE ALABAMOS SEÑOR!
Salmo RESPONSORIAL 118,129.130.131.132.133.135 R/. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo
Tus preceptos son admirables, por eso los guarda mi alma.
R/. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo
La explicación de tus palabras ilumina, da inteligencia a los ignorantes.
R/. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo
Abro la boca y respiro, ansiando tus mandamientos.
R/. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo
Vuélvete a mí y ten misericordia, como es tu norma con los que aman tu nombre.
R/. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo
Asegura mis pasos con tu promesa, que ninguna maldad me domine.
R/. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, enséñame tus leyes
R/. Haz brillar, Señor, tu rostro sobre tu siervo
PROCLAMACION DEL SANTO Evangelio según San Mateo 5,13-18
¡GLORIA A TI, SEÑOR!
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.
Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo.»
PALABRA DEL SEÑOR
¡GLORIA A TI, SEÑOR JESUS!
MEDITACION
Jesús, desde su sabiduría, nos habla con ejemplos que todos podemos entender.
La sal… Su misión es disolverse entre la comida. Al final, aparece invisible a los ojos de la cara, pero es perceptible para el gusto. Y realza el sabor. Y alegra las comidas. Y nunca algo tan pequeño, cuando falta, es echado tanto de menos.
La luz… Gracias a la electricidad, en muchos sitios del mundo se da ya por supuesta en cualquier momento del día. Pero no por ello deja de ser algo sorprendente: la luz –natural o artificial- nos permite movernos con facilidad, recibir mucha información en muy poco tiempo, admirarnos ante la vida creada… Cuando falta, surge la desorientación y el miedo ante los peligros. Y basta una vela encendida para vencer la más oscura de las noches.
A cada discípulo del Maestro se nos ha entregado una vela encendida. Nos la dieron el día de nuestro Bautismo, como signo de la luz que Jesús nos da. Es una luz incomparable, que nada ni nadie pueden dar, sino Él: saber que venimos del Dios-amor, saber que estamos aquí para amar, saber que nos espera el abrazo del Padre… Y se nos ha dado para que brille, para transmitirla a la próxima generación. Porque el mundo se perdería algo grande sin esa luz.
A cada seguidor de Jesús se nos ha regalado un puñado de sal. Se nos ha dado en la Palabra y en la vida. Y se nos ha entregado para dar sabor: con las palabras y con las acciones. Porque el mundo tampoco sería lo mismo sin esa sal. Entregar la vida para dar vida. Perderse para ganarse…
Quien tenga oídos para entender, que entienda.
Vuestro hermano en la fe: Luis Manuel Suárez CMF
POR LA LECTURA DEL SANTO EVANGELIO, SEAN PERDONADOS NUESTROS PECADOS.
¡AMÉN!
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