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De: piroski3 (Mensaje original) |
Enviado: 20/08/2017 22:24 |
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De: AMY AMY |
Enviado: 21/08/2017 05:19 |
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La Ultima Canción
A lo lejos escucho
como un susurro
suave y apacible
la ultima canción
que escuchamos juntos.
En esa melodía
puedo oír tus ultimas palabras
y sentir tus ultimas caricias
deslizándose por mi rostro.
Es como oír un himno
de tristeza y soledad.
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El aire del suspiro.
El agua del desierto.
La tierra del zafiro.
El fuego del incierto.
Eres…
La musa del poeta.
La luz del faro.
El vuelo de cometa.
El amor sin reparo.
Eres…
La paz de la lucha.
El perfume del pelo.
La voz de la escucha.
El sol del cielo.
Eres…
La rosa del Edén.
El ave que anida.
La mirada que ve.
El quién de mi vida.
Autor: José Luis Diaz Marcos
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Amor de tarde
Es una lástima que no estés conmigo cuando miro el reloj y son las cuatro y acabo la planilla y pienso diez minutos y estiro las piernas como todas las tardes y hago así con los hombros para aflojar la espalda y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo cuando miro el reloj y son las cinco y soy una manija que calcula intereses o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas o un oído que escucha como ladra el teléfono o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo cuando miro el reloj y son las seis. Podrías acercarte de sorpresa y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos yo con la mancha roja de tus labios tú con el tizne azul de mi carbónico.
Mario Benedetti
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Enviado por doblezeroo Seguir
11 Julio 2017, 20:15
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Yo llevo un dolor a bordo que va surcando mis venas, va cruzando mis arterias en torrentes caudalosos cuando mi alma le recuerda.
Tibia humedad por mis ojos se ha cosechado de pena, entre pestañas que tiemblan que van perdiendo el aplomo mientras me ciega una niebla.
Bajará una lagrima pronto como cuerpo que se cuelga de la rama de una higuera, cayendo como de plomo queriendo atravesar el planeta.
Ya temblequean mis pupilas, se estremecen las estrellas bajo los hombros de la tierra y dos lagrimas se suicidan porque él ya no está cerca.
Te lo llevaste... y sentí romper y quebrarse por pulsos de aquel silencio en cuotas y partes de cristales la cúpula del cielo.
Te lo llevaste... y sentí, a lo lejos, el trote del viento que sopló en los oídos como un tornado de guerra y llanto cayendo al vacío.
Te lo llevaste... abandonando mi esperanza, con el alma contraída, hincándome en la noche, vencido de rodillas.
Escarbaré tu tierra hasta vaciarte, hasta romperme los dedos, toda el agua de los océanos beberte, hasta empapar mis huesos.
De un rayo tuyo te lo llevaste de muerte envenenado, ¡¡no perdono nada ni a nadie!!, tu no lo has perdonado.
Voy rasgar el poema de rabia eterna y la pluma atravesarla en la mesa con la lagrima de mi dolor derramada por el canal de mi vena agrietada.
¡¡No perdono a nadie ni a nada!!.
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Enviado por axel Seguir
25 Abril 2017, 12:15
Las hojas de los árboles caen
aleatoria e imperfectas,
con ellas, todas mis expectativa
llevar esto a buen término.
En su momento,
que ingenuo fui...
pensé que podría llevar
con entereza este tiempo.
Entendí que sería fuerte,
sería capaz de aprisionar mi corazón,
dejando a un lado los sentimientos
y vivir mis sueños;
pero la realidad es otra,
todos esos sueños caen
como las hojas, para ser pisadas...
Axel costa
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Salones que cruzamos con timidez, un centenar de rostros que desconocemos... Con lentitud, una tras otra, las luces palidecen. Allí cuando su brillo se hace gris cuando se ciega con el atardecer, un rostro me parece familiar, la memoria del amor encuentra conocidos los rostros que antes fueron extraños. Oigo nombres de padres, hermanos, camaradas, así como de héroes, de mujeres, poetas que yo reverencié cuando muchacho. Pero ninguno de ellos me concede siquiera una mirada. Como las llamas de una vela se desvanecen en la nada dejan en el entristecido corazón sonidos de poemas olvidados, oscuridad, lamentos en torno de los días ya encauzados en leyenda y en sueño de una luz disfrutada alguna vez.
Autor del poema: Hermann Hesse
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Enviado por daniel Seguir
29 Abril 2017, 20:25
Quizás te diga un día, que dejé de quererte, aunque siga queriéndote más allá de la muerte ;y acaso no comprendas en esta despedida, que, aunque el amor nos une, nos separa la vida. Quizás te diga un día que se me fue el amor, y cerraré los ojos para amarte mejor, porque el amor nos ciega, pero vivos o muertos, nuestros ojos cerrados, ven mejor que estando abiertos. Quizás te diga un día, que dejé de quererte, aunque siga queriéndote más allá de la muerte; y acaso no comprendas en esa despedida, que nos quedamos juntos
para toda la vida.
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Enviado por daniel Seguir
29 Abril 2017, 20:31
Tu boca hecha de amor y de ambrosía, donde bebí de amor el rojo vino, sobre tu rostro pálido y divino una mancha sangrienta parecía.
Yo iba a partir y tú con ansia loca, estrechándote a mí, sensual y ardiente, en un beso juntaste largamente la fiebre de tu boca con mi boca.
Hoy nada me interesa cuanto existe, pero aunque la nostalgia me tortura al recordar tu amor y tu hermosura.
Voy cruzando la vida menos triste, porque llevo en los labios la dulzura
de aquél último beso que diste.
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