Hablando de la madurez, lo que aprendemos de la misma no son cosas sencillas como adquirir habilidades e información aunque obviamente esto se da por naturaleza, pero más que todo,  aprendemos a no incurrir en conductas auto-destructivas y a no dilapidar energía por causa de la ansiedad.

También descubrimos como dominar las tensiones, y que el resentimiento y la autocompasión las contemos entre las drogas más tóxicas.

Así mismo aprendemos que la mayoría de la gente no está ni a favor ni en contra nuestra, sino que está absorta en si misma.

Aprendemos también que, por grande que sea nuestro empeño en agradar a los demás, siempre habrá personas que no nos quieran o acepten, y esto, es una dura lección al principio, pero finalmente muy tranquilizante pues nos enseña que no todos somos afines entre si. 

Por último, aprendemos a querer y respetar a los que nos quieren bien, y sobre todo, nos respeten, y entre esas personas, cuentan nuestra familia y nuestros amigos verdaderos que son pocos. 

Ahora definamos la palabra. Sabemos que madurez es la sazón de los frutos, ok, pero en las personas, podría ser su desarrollo completo, más aún, podríamos decir que es el juicio o cordura adquirida por la experiencia. Vamos bien hasta allí. Pero, ¿Quién es completamente maduro?

Estimo que nadie absolutamente. ¿Porqué?  Porque nacimos aprendiendo y jamás terminaremos de hacerlo, entonces, nunca nos desarrollaremos completamente si cada vez cualquiera, se nos presentan oportunidades o nuevas experiencias de las que no tenemos ningún conocimiento anterior y no hemos inquirido con antelación sobre ello, y entonces, sin desear ni buscar se nos presentó por sorpresa algo inusitado, y cierto es que podría caber la cordura o un juicio anticipado de las consecuencias posteriores, pero insisto, de lo que no se conoce no se puede hablar ni actuar con propiedad.

Podemos haber tenido en nuestro pasado un mundo lleno de vicisitudes que nos dejaron un legajo de recuerdos tristes y a la vez, también pudimos haber tenido un pasado lleno de felicidad únicamente, aunque esto último sería un caso muy remoto, pero lo más probable es que hayamos pasado por horas de beneplácito y horas amargas, y el conjunto de todo lo vivido nos dejó una experiencia y fuimos adquiriendo madurez cada vez, pero estamos propensos como seres humanos en adentrarnos en nuevas circunstancias o situaciones que, por el hecho de desconocerlas, la madurez no funciona al 100% y podríamos fallar o talvez, la nueva experiencia nos podría dejar un recuerdo agradable, pero por creer que somos lo suficiente maduros como para no intentar penetrar en lo desconocido, nos privaríamos hasta de un beneficioso nuevo conocimiento.

La madurez es en sí, conocimiento de lo vivido más no, de lo que vendrá por vivir y conocer.

Se que es complejo el tema y habrán sus pro y sus contra en lo expuesto por vuestro servidor, pero no importa, lo bueno es externar el pensar de cada quien y sacar conclusiones al final y talvez, si estoy equivocado, me encuentre con alguien que me ilumine el cerebro y me haga reconocer mi error. Ese, sería un nuevo conocimiento que adquiriría y que por mi inmadurez, me he atrevido a exponer, a mi manera. Saludo a todos.