Los recuerdos son como fotos valiosas del tiempo vivido, algunos más memorables que otros. Cada instante de mi vida puede conmoverme e inspirarme significativamente.
Hoy me comprometo a estar completamente consciente de la presencia de Dios, de apreciar lo sencillo: las mariposas y el trino de los pájaros, la risa y el silencio. Hoy enfocaré mi atención menos en mi destino y más en la ruta que me llevará a él.
A medida que mi día termina, tomo tiempo para recordar acontecimientos, prestando atención a los momentos resaltantes con un espíritu de gratitud. Mi corazón agradecido y mi receptividad a los sucesos del día me llenan de una conciencia más profunda de mi unidad con toda manifestación de vida.