Estaba escrito en el libro... el destino guió nuestros pasos un dia entre rosas de julio entre palabras al viento, un golpe en el pecho estigmas imborrables en el alma... un trocito de cielo el paraiso para alcanzar la gloria en un beso y dejarnos sumergidos en un sueño.
Destellos de lunas y estrellas bajo la bruma lejana alejados de la inevitable cordura sin esperar el suceso; nada más bello que un amanecer para quien se abriga con la brisa cuando despierta la aurora...
Lenguaje entre espumas y mar que humecta escepticismos, aqui en mi boca una oración al musitar tu nombre... una leve caricia es alimento entrañable al corazón que ansioso te busca, entre destellos de luceros... e inquietos duendes cómplices de remolinos y locuras... sobre una puesta de sol en frágiles sábanas que reciben la dulce agonía...
Rúbricados pensamientos que capturan el instante... un primer poema que guarda en lienzo blanco el desenlace; sigue el tiempo su marcha las manecillas marcan la hora, un verso como testigo de hechos inexplicables y cofrados los besos en la inmortalidad del amor.
Una flor dorada con hebras de sol ya en la maduréz resplandeciente a veces mujer a veces niña ambas sobre tu pecho una tras otra con ternura entrega su ofrenda en un abrazo sin permitir que se apague la energetizante ilusión...
El renacer sin precedente como huellas mil flores de tu jardín, botones coloridos... simbólico surgimiento gallardo sepulcro de la soledad, fragancias sutiles que impregnan la timidéz con aroma de lilas, a veces hombre... a veces poeta.
No sé ni donde ni cuando la resurrección destinada sin más decreto que tus palabras, sin mas explicación que el sentir, se vistieron de galas los versos y en mis manos la calidéz de las tuyas unidas como pacto , como escudo la verdad; seguiré cerca hasta que cierres los ojos y en otra dimensión tu voz sea mi arrullo al partir...
Cronología de lunas y fantasía, recostada en tu pecho, una cita... un lugar estar aqui sin preguntar, donde tus emociones se arropan entre cascadas de deseos, desde que te quiero un himno y admitirlo una hermosa canción.
Saberlo el complejo sentido de lo que no tiene historia, como secreto guardado se queda como tesoro solo nuestro... una puerta... un lugar... el cielo nuestra morada, bajo cortinas de arcoiris y lluvia donde dos almas estarán por siempre aqui... y en otro lugar... en la eternidad...