La Visión del Angel Guardián:
El Angel de la Guarda es un tenue reflejo del Angel de la Presencia o Angel Solar, que acompaña a cada ser humano desde el nacimiento hasta la muerte y contiene toda la luz que un ser humano, en un momento dado del camino de evolución, puede utilizar y expresar. La siguiente es la forma como el Angel se le reveló a San Juan: (5)
“Yo soy el que vela por ti. Yo soy tu guardián. Ahora me ves para que creas. Siempre estuve a tu derecha y a tu izquierda, aunque sólo me presentías. No te acompaño por mi voluntad, sino por la voluntad del que te ha creado. Y así es con cada uno de los humanos. El, en su infinita sabiduría, no os ha dejado huérfanos. Llegamos a vuestra vida en silencio y así partimos de ella. Pero somos tan ciertos y reales como la tierra que pisas. Yo preservo tu vida material. Yo he velado tu enfermedad y tu dolor. Yo he viajado y viajo a tu lado, apartando al enemigo y suavizando tus errores, es el amor del Padre, a través de mi mano, a quien debes el alimento que recibes y el descanso que precisas. ¡Dichosos los que saben de este sencillo principio ¡¡Dichoso aquel que se siente acompañado por su ángel guardián! Nada podrá temer. Nada le faltará. Nadie no nada truncará su existencia antes de lo previsto. Yo sé de tus necesidades materiales antes de que tú mismo las descubras. Y yo las concedo por mediación del Padre. Yo estoy junto a ti, en lo bueno y en lo malo. Mi tutela es permanente. Yo te conduzco a través de los acontecimientos de la vida. Mi nombre es “custodio” pero los humanos, en su ignorancia, me llaman “casualidad”.
Yo preservo tu pensamiento. En la niñez, yo guío los pasos de tu inteligencia. Yo soy el conocimiento y la ciencia que te salen al paso en tu juventud.. Yo dispongo el orden de tus ideas en la madurez y yo preparo tu mente en la ancianidad. Yo recibo el nombre de “inspiración”, aunque sólo soy un guardián de la sabiduría divina. Es el amor del Padre, a través de mi mano, a quien debes tu ciencia y tu saber. Yo me limito a responder a tu satisfacción intelectual. Pero los humanos, en su ignorancia, me llaman “inteligencia”.
Yo preservo tu voluntad. Yo la defiendo de la voluntad de los demás y la hago fuerte. Yo aliento tu tenacidad. Yo estoy a tu derecha y a tu izquierda en la flaqueza y en el triunfo. Yo soy el espíritu que anima tus proyectos y esperanzas. Yo dispongo los obstáculos y los retiro. Yo soy quien siembra de espinas tu camino. Yo como mediador del Padre, quien te desafía en la soledad y quien te sostiene en el fragor de la batalla de la tentación. Mi nombre es “coraje” pero los humanos, en su ignorancia, me llaman “suerte”.
...continuara....