ANTE TU LLANTO
Desnuda me quedé ante tu llanto y aunque sentí el fracaso como mío, no supe dar calor al mismo frío que ahora me acompaña con su manto.
Al viento me entregué, como hoja seca, sin aliento, sin vida, sin destino, incapaz de creer en lo divino, perdonando el pecado del que peca.
Y me dejé llevar por la corriente por valles silenciosos, sin conciencia, sin querer olvidé la transparencia del agua de una lágrima inocente.
No pude enderezar lo ya vivido, ni mover los cimientos del pasado, ni arrancar esta lanza en mi costado para que este dolor se me haga olvido.
ROSARIO RAMIREZ
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