Una mañana del siglo XV1 el escultor Benvenuto Cellini , caminaba por un campo cubierto de roció, de pronto vió una aureola alrededor de la sombra de su cabeza, pero nó en la cabeza de su amigo.
Cellini, que era conocido por su poca modestia, tomó esto como una señal de que su talento era por inspiración divina. Pero en realidad, cuando se dan las condiciones, la aureola aparece alrededor de la sombra de todo el mundo.
Cuando la luz del sol cae sobre el roció en cierto ángulo, podemos ver un círculo de luz hermosa sobre nuestra sombra, pero el ángulo es tal, que vemos esta aureola solamente alrrededor de nuestra propia sombra.
Esto nos recuerda nuestra tendencia a ver nuestros propios méritos, pero nó los de los demás,
Queridos amigos no olvidemos que cada persona tiene algo muy especial y debemos reconocerselo.
Un abrazo muy fuerte y un beso grande para cada uno.
los quiero.
maroga.