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General: cuando se perdona
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De: MERRY (Mensaje original) |
Enviado: 01/07/2009 16:01 |
“CUANDO SE PERDONA Y NO SE OLVIDA...”
Hay muchas personas, hombres y mujeres, que tienden en un apartado de su mente han colocado un cajón, en el cual, guardan con doble llave las experiencias negativas, los desengaños y los momentos difíciles o dolorosos que han vivido y en el momento oportuno, abren el cajón y sacan de él lo necesario para poner en evidencia su condición de víctimas y los argumentos para chantajear a la pareja.
Mantener archivadas las experiencias negativas, conservar las cuentas pendientes con el "ser amado", pone en evidencia la existencia de rencor y resentimiento, sentimientos que "envenenan" cualquier relación humana.
Cuando se guardan resentimientos, cuando “se perdona" pero no se olvida, la relación se envenena y las personas entran en un juego interminable de cobrarse cuentas pendientes, que como resultado hace infelices a todos los involucrados: al que no olvida, porque el simple hecho de estar recordando las cosas negativas le amarga la vida y le impide la felicidad, y al que se le están echando en cara las cuentas pendientes, porque se siente agredido y manipulado cada vez que le presenten una factura de cobro.
Eso es realmente algo que no se debe de albergar en nuestros corazones, mentes y pensamientos.
Liberar esa palabra es demasiado difícil pero no imposible.
Así amigos el perdonar no cuesta nada y si se logra una armonía espiritual, y sobre todo una paz dentro de nosotros, perdonemos, amemos y será después un nuevo día para todos...un saludo
MERRY
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"El Perdón: Camino de Sabiduría y Felicidad"
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El perdón no es un simple mecanismo para liberar de culpa a quien nos ofendió, el perdón es un mecanismo para que yo sea libre de la amargura que dejó esa acción en mi corazón. Yo puedo decidir perdonar a alguien, que no está arrepentido de verdad de haberme dañado, por que mi intención al perdonar, no es que esa persona quede libre de culpa, si no que yo quede libre en mi interior, que yo tenga paz, que yo pueda vivr bien, que haya desatado la amarra que me tenía detenido en el puerto.
Es muy importante saber, que el perdón no exime de culpa al ofensor, sino que libera al ofendido. Usted y yo necesitamos decidir perdonar, para ser libres de las heridas del alma.
He escuchado muchas veces la frase: "yo perdono, pero no olvido", y pensamos seriamente que si no olvidamos, es debido principalmente a que realmente no hemos olvidado, pero esto también es un error, el perdón no implica nunca que olvidemos todo, el perdón no produce amnesia, no es indispensable que olvidemos para perdonar, puedo perdonar y estar consciente del daño que se me hizo, pero he decidido que ya no me va a afectar nunca más en mi vida.
Hay un punto muy importante es que podemos decidir perdonar, tomamos la decisión de ya no traer al presente las cosas pasadas, incluso nos mantenemos firmes en la decisión de no criticar, ni agredir a la persona que nos ofendió. Sin embargo, no podemos decidir dejar de sentir. Si usted quiere de verdad, que se vaya lejos lo que siente, no depende exclusivamente de usted, pero no es imposible dejar de sentir.
Cuando usted decida perdonar de una vez a alguien, es indispensable que lo confiese con su boca, no piense en el perdón, hable el perdón, no importa que usted esté sólo, quizás va en su cómodo automóvil escuchando música y piense: "si yo necesito perdonar, yo debo perdonar, yo quiero ser libre de la culpa que otra persona me hizo a mí en su momento", pero no es suficiente que usted lo piense, hay que confesarlo con su boca, aunque usted esté sólo en un lugar, que salga de su boca libremente, hay una marcada diferencia inmensa entre pensarlo y hablarlo; con nuestra boca tenemos el poder para la vida y poder para la muerte, poder para atar y poder para desatar. ¡Confiéselo!, cuando lo hablan, sienta esa libertad, ese peso extra que se va, tal vez acompañado de lágrimas, tal vez acompañado de tristeza y de llanto, pero finalmente un ser libre.
Los pasos principales para perdonar a alguien son los siguientes, a saber:
a.. Identifique plenamente la herida específica que le hicieron, y la persona que se lo hizo. b.. Decida perdonarla a pesar de lo que siente en su corazón. c.. Confiese con su boca ese perdón aunque usted esté sólo, no tiene que ir a decírselo a aquella persona; lo puede hacer usted en la privacidad donde se encuentre en ese momento. d.. Yo podría ir y decirle a alguien: "te perdono por esto y aquello", y aquella persona decir: "pues mira si te lo puedo volver a hacer lo repito otra vez". e.. Recuerde que el perdón no es para liberar de culpa al otro, sino para que yo sea libre de las heridas del alma. f.. Acérquese a Dios y dígale desde el fondo de su alma: "Señor, yo decido perdonar, quítame lo que siento, borra de mi corazón estas heridas, dame un corazón nuevo, te entrego el mío, ven a mi vida Jesucristo a ti te lastimaron profundamente, a ti te dañaron y te atreviste a decir a tu padre: "perdónalos por que no saben lo que hacen", ¡Señor, yo te digo hoy perdona a tal persona, por que me lastimó profundamente, y llévate de mi corazón este amargo sentimiento!, "yo hago mi parte, tu haz la tuya". También nosotros hemos lastimado a mucha gente, con intención ó sin ella, hemos herido profundamente el alma de nuestros seres queridos; hay que pedirles perdón. Las situaciones que recordamos en las que estamos conscientes que los hemos ofendido, necesitamos anotarlas, y debemos decirles: "perdóname".
Si usted no puede ir haga uso de una llamada telefónica, de una carta, de un correo electrónico ó de una tarjeta de disculpa, y dígale desde dentro de su corazón: "yo te lastimé en aquella ocasión, con esto y con está otra situación, te pido de corazón que me perdones", si la persona lo perdona ó no ese no es problema suyo, usted ya es libre de ese nudo, que lo tenía amarrado en su corazón. Usted y yo no podemos decidir que los demás desaten sus propios nudos.
El perdón es un mecanismo para que nuestro corazón sane de las heridas, para que nuestra alma brille, para que nuestra vida vaya en aumento, para que usted y yo podamos desarrollar este potencial que poseemos y que nadie nos puede quitar nunca.
Por: Rafael Ayala. Autor. |
( Reflexiones de Vida)
MariCristi
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