Un viejito estaba con sus nietos en la sala de su casa, y les decía: "Niños, yo cuando era joven era cazador, entonces un día iba caminando el la selva con una escopeta. Detrás de mí se movían unos arbustos, di un giro de 180 grados y tenía enfrente de mí a un león, y ya tenía sus pelos en mi cara..."
En ese momento pasa la nieta más grande y le dice: "Ay abuelo, otra vez espantando a los niños."
Y él contesta: "No, no los espanto," y continúa con los niños, "a ver hijos ¿en qué me quedé?"
Y los niños contestan en coro: "En que tenías sus pelos en la cara."
Y el abuelo dice: "Entonces que la tomo por la cintura..."