Preguiça espiritual
Não há duvida que o tempo parece curto para tantas "atividades" que necessitam de ser
realizadas porém nada justifica negligenciar o tempo que deve ser dedicado ao intercmbio
espiritual, principalmente à oração e ao estudo. A maioria de nós encontra tempo para assistir a determinados programas de televisão, para
acessar a diversos sites, para conversar longamente ao telefone. É perfeitamente possível
que separemos alguns minutos por dia para nos dedicarmos exclusivamente ao estudo e à
oração. Quando iniciamos ou terminamos o nosso dia sem orar, ou quando negligenciamos nossa
disciplina espiritual de alguma forma, sinalizamos que há outras coisas às quais damos mais
importncia do que ao contato com Deus. Quando a negligência se repete demasiadamente, somos
capazes de sentir a distncia que impusemos entre nós mesmos e o Criador. E, quando menos esperamos, nos encontramos tristes e amargurados, angustiados e fracos,
incapazes de fazer frente aos desafios da vida, e não compreendemos a razão de nos sentirmos
assim. Nada custa acordar um pouco mais cedo ou fazer quaisquer ajustes necessários em nossa
rotina para encaixar a oração. Aquele que faz da oração uma constante em sua vida não estará
livre dos problemas do caminho, mas com certeza sentir-se-á fortalecido por intermédio da
prece sincera. Priorizar o que realmente importa é uma questão de escolha, uma escolha que depende apenas
de nós e que faz toda a diferença entre uma vida de aflição e uma vida de paz. Muita paz e até breve!
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Pereza espiritual
No hay duda de que los días parecen más cortos para todas las actividades que necesitan ser
realizadas; entretanto, nada justifica la negligencia del tiempo que debe ser dedicado al
intercambio espiritual, principalmente a la oración y a los estudios.
La mayoría de nosotros encuentra tiempo para asistir a determinados programas de
televisión, para visitar diversos sitios en la web, para conversar longamente al teléfono.
Es perfectamente posible, entonces, que separemos algunos minutos al día para dedicarnos
exclusivamente al estudio y a la oración.
Cuando iniciamos o terminamos nuestro día sin orar, o cuando nuestra disciplina espiritual
es despreciada de alguna manera, señalizamos que hay otras cosas a las cuales damos más
importancia que al contacto con Dios. Cuando la negligencia se repite en demasía, es posible
sentir la distancia que impusimos entre nosotros mismos y el Criador.
Y, cuando menos esperamos, nos quedamos tristes y llenos de amargor, angustiados y
débiles, sin la capacidad de hacer frente a los desafíos de la vida, y no comprendemos la
razón de sentirnos todo eso. Nada cuesta despertar un poco más temprano o hacer los
ajustamientos necesarios a nuestra rutina para encajar la oración. Aquél que hace de la
oración una constante en su vida no estará libre de los problemas del camino, pero por
supuesto se quedará fortalecido por intermedio de la súplica sincera.
Priorizar lo que realmente importa es una cuestión de escoja, una escoja que depende
apenas de nosotros y que hace toda la diferencia entre una vida de aflicción y una vida de
paz. ¡Mucha paz a todos! ¡Gracias por estar conmigo en este espacio! ¡Hasta luego!
By Euzébia Noleto
Bueñas tardes para todos los amigos Portugal-20:05h
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