La vida es bella , pero no perfecta y a veces puede resultar ingrata , sin embargo, debemos perdonarnos nuestras faltas para tener la capacidad de perdonar a los demás.
Muchas veces las personas que ofenden lo hacen sólo porque al igual que nosotros están aprendiendo y creciendo . Perdonemos a quienes nos ofenden así nos haremos acreedores al perdón del Padre.
Convenzámonos de que perdonar es posible aún en las situaciones más dolorosas . El perdón es un testimonio de la bondad de Dios vertido en nuestras almas desde el primer momento de la concepción de nuestro ser.
MariCristi
|