A continuación una prueba contundente de los problemas de diálogo entre los mexicanos:
Llega la Mamá de Pepito a su casa y se encuentra a su hijo jugando en la sala, y le pregunta:
-¿Qué haces hijo?
- Estoy jugando. - ¿Con qué juegas?
-Con lo que me sale de los huevos...
- ¡Óyeme mocoso! a mí no me hablas así que soy tu madre!!! ! ¡Eres un escuincle malcriado! ¡Majadero, .!!! (todo ésto acompañado por una suculenta barra de nalgadas).
Al rato llega Pepito con su padre
-Papi.. nunca mas quiero que si me vuelves a comprar un'Kinder Sorpresa!!
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