Ayer tarde conversé con la brisa del mar
entre palabras a borbotones quise sangrar
lanzé mi voz al aire y entre las olas rebotaba
que ignorantes y felices a mis pies llegaban.
Mi mirada se clavó en ellas
me cruzé entre su vaivén y la orilla
les ordené que regresaran mis palabras
por debajo del cielo, por encima del mar,
a ese lugar lejano donde tu estás.
Obedientes las vi alejarse
ellas testigos de grandes amores
de soledades mojadas de lágrimas
saladas como su mar...
suspirando en las noches.
Me gustò y se los envio.
Mara