LA VIDA
La vida, como una buena universidad,
da exámenes de tiempos en tiempos para probar nuestro
grado de tolerancia y aumentarlo.
Cuando viene una gran tormenta en la mente,
es en este momento que debo atarme a la idea de
que soy un ser de paz por excelencia
y esta tormenta es pasajera.
Entonces necesito ubicarme en el centro del huracán,
para poder entender lo que está pasando.
Pues, la maravilla de la naturaleza es que
en el centro del huracán hay la misma calma de un lago.
Lo mismo sucede con la naturaleza humana.