SI UNA ESPINA ME HIERE
¡Si una espina me hiere, me aparto..... pero no la aborrezco!
Cuando la mezquindad envidiosa en mí clava los dardos de su inquina, esquivase en silencio mi planta, y se encamina hacia el más puro ambiente de amor y caridad.
¡Rencores! ¡De qué sirven! ¡Que logran los rencores?
Ni restañan heridas, ni corrigen el mal, mi rosal tiene apenas tiempo para dar flores y no prodiga savias en pinchos punzadores, si pasa mi enemigo cerca de mi rosal.
Se llevará las rosa de más sutíl esencia,y si notara en ellas algún rojo vivaz,
¡Será el de aquella sangre que su malevolencia de ayer, vertió a herirme con encono y violencia y que el rosal devuelve TROCADA EN FLOR DE PAZ.
MAROGA.
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