Tocaste el amor con tus manos
en la danza de las mariposas y los lirios blancos,
dama de cristal que se abraza a los días con sus noches silenciosas,
solo la luna sabe de tu carne desnuda de ausencia,
se marchitó la amapola de tu pelo en los rizos de tu boca,
ya no juegan sobre tu piel las caricias de pasión
que una vez descubrieron en tu frágil cuerpo,
la brisa que se agita en el acantilado de tu mar es la guardiana de tu inquietud,
la soledad se arrodilla contigo atada a tu nuevo credo,
como un triste violinista que toca en el tejado
desafinaron tu vida de primaveras y de otoños,
aprendiste a golpe de dolor el lenguaje de los corazones rotos,
el Adagio del sueño eterno es el guardián de tu dulce inocencia,
entre pétalos de rosas serás la Musa de las mariposas…
UN CARIÑO AGRANDE.
PROSPE.
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