Mereces un amor a la medida, no el amor fabricado por sistema, llama pintada al óleo, que no quema, palabra insustancial, por repetida.
Te señaló mi dedo, y elegida fuiste sin pretensión ni estratagema; has sido tú, tú sola, sin dilema, y al abrazo mi oferta te convida.
No habrá copias de códices extraños que perdieron su brillo con los años, serás íntimamente original.
Nadie en mi amor distinguirá elementos ya dispersados a los cuatro vientos, tú a la medida, el resto, marginal.
Soneto Nº 1004
De la red
Mara
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