Esperanza
¡Esperar! ¡Esperar! Mientras, el cielo cuelga nubes de oro a las lluviosas; las espigas suceden a las rosas; las hojas secas a la espiga; el yelo
sepulta la hoja seca; en largo duelo, despide el ruiseñor las amorosas noches; y las volubles mariposas doblan en el caliente sol su vuelo.
Ahora, a la candela campesina, la lenta cuna de mis sueños mecen los vientos del octubre colorado...
La carne se me torna más divina, viejas, las ilusiones, encanecen, y lo que espero ¡ay! es mi pasado.
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