En un cuarto dos amantes
conversaban de su amor,
mientras sus caras mojadas de llanto
humedecían el dolor.
Cuánto siento macharme,
tenemos que despertar,
pues tú sabes que me esperan en casa,
mañana te llamaré.
Y decirte que tú eres
importante en mi vivir,
que aunque tarde hayas llegado a mi vida
siempre te amaré.
Te veré a la misma hora
en la misma habitación,
lloraremos, sonreiremos unidos
de pasión los dos,
los dos locos de amor.
Volveremos a encontrarnos
cerca del árbol aquél,
que de tarde nos veía besarnos
y alejarnos sin querer.
Los amantes que se quieren
no se pueden olvidar;
el amor es sueño errante del que nunca
quisiéramos despertar.
De pasión los dos,
los dos locos de amor.
Dos amantes que se quieren
no se pueden olvidar;
el amor es sueño errante del que nunca
quisiéramos despertar...