Dr. Pablo Caballero

El Reflejo De Mis Ojos, El Poder De Mi Voz

El Reflejo De Mi Mirada

No hay nada mas hermoso que servir al Dios Viviente.  Es caminar sabiendo que no caminas solo, es vivir por mas de lo que sea hoy, es trabajar sabiendo que nada se pierde, que todo tiene valor delante de sus ojos.  Es dormir confiado.  Es amar hasta donde nunca supiste que podias amar. 

Servir al Dios Viviente es aprender a mirar con otros ojos.  Un pasaje biblico que me impresiona mucho es cuando Jesus esta conversando con un joven, y este joven estaba a unos segundos de despreciar a Jesus, y el lo sabia, despreciarlo en la mas bella e importante oportunidad de su vida, sin embargo, dice Marcos 10:21 que “entonces Jesus, mirandole, le amo.”   Y sabes, meditando en este pasaje, le pedi a mi Señor que me enseñara a mirar con esos ojos.   Y he aprendido que si las palabras tienen poder, tambien hay poder en nuestra mirada.  Por que si de la abundancia del corazon habla la boca, la manera en que nosotros vemos la vida, vemos a las personas, esa mirada refleja nuestros sentimientos verdaderos. 

                                               Si yo continuamente veo lo malo en los demas, tengo que preguntarme que como esta mi alma.  Permiteme explicarte. Si yo siento desconfianza hacia todos por lo que antes alguien me hizo, quiere decir que todavia mi alma esta enferma por el golpe anterior que todavia no le he permitido a Cristo sanarme.  Y asi pudieramos traer tantos ejemplos, ejemplos que yo le pido a nuestro Padre que traiga a tu vida si necesitas ser ministrado en esa area.  Porque, amado de Dios, tambien tu necesitas ser ministrado.  Y Dios mismo puede usar estas lineas para tocar esas areas que quizas bajo otras circunstancias solo cerrarias las puertas de tu corazon.

A cuantas personas he escuchado lamentandose por el pasado mas aun en el presente siguen cometiendo los mismos errores solo por no dar ese espacio para que su Salvador haga la obra completa

Es hora que te detengas un moento y te preguntes ¿Como estoy mirando la situacion en la que me encuentro?

El enemigo de las almas se disfraza de angel de luz y trata de engañar nuestra vista. Otro de mis pasajes favoritos es cuando el siervo de Eliseo esta en panico porque veia una segura derrota, mas Eliseo le pide a Dios que le permita mirar con otros ojos.

2 Reyes 6:17 

17 Y oro Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehova, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehova abrio los ojos del criado, y miro; y he aqui que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo.

La intencion del enemigo era que el solo viese la derrota, para que asi sus propios ojos lo llevaran a la tumba.

Cuantas bendiciones quizas has perdido por no aprender a mirar diferente y te dejas engañar por una imagen en el vacio, un reflejo en el agua, que despues de seguirle se desaparece y te deja solo y derrotado. 

De la misma forma, muchas acciones que tomamos son dirigidas por el viejo hombre en nosotros, aquel que piensa que con su inteligencia, que con sus habilidades va a poder ayudar a Dios a que las cosas le salgan bien.  Pero en lugar de ayudar a Dios lo que hace es alejarse del camino de bendicion. 

Necesito aprender a mirar un poco mas alla de lo que tengo delante de mi vista.  Jesus amo al joven porque pudo mirar mas alla del desprecio.  Si su vista solo se hubiese quedado en el desprecio, quizas su alma hubiese desfallecido, pero el vio mas alla.  El vio que por jovenes asi, el daba la vida para que ellos pudieran tener de donde sostenerse, de donde poder pedir auxilio.  Ese joven era la razon por la que el ponia su vida para despues volver a tomarla.

Mis decisiones no deben reflejar temor, si vivo una vida de temor, no estoy viviendo la vida de Dios.  La vida del Señor es una vida de confianza, de dominio propio.  Una vida donde descanso en Cristo no donde temo lo que el pastor diga o lo que mi esposa diga, o lo que piense la gente.  Porque eso no es vivir en paz. 

Mis decisiones necesitan reflejar el amor que hay dentro de mi, la paz, la confianza que siento en lo que he recibido.  No es una actitud de rebeldia, pero tampoco es una atadura.  Es una vida sana, es una vida de gran gozo interno que se manifiesta en lo externo.