En 1900, Sigmund Freud, el llamado padre de la Psiquiatría, miraba el comienzo de un nuevo siglo, viviendo en la mayor estrechez económica, su vocación literaria había sido duramente golpeada por la indiferencia del público, ante la publicación de “Interpretación de los sueños” , no tenía muchos pacientes, y estaba lleno de responsabilidades, sus hijos eran pequeños niños y con él vivía además su cuñada, aquella era una vida llena de incertidumbre ante un nuevo siglo que empezaba.
Martha Bernays, era la esposa del genio, desde su matrimonio muchos años atrás. Le amaba entrañablemente y le apoya sin condición alguna. Martha amaba al hombre, aunque mujer sencilla poco o nada le importaba el trabajo de su marido y el psicoanálisis. Se ocupaba del cuidado de la prole y fue el apoyo firme de Freud en los tiempos de estrechez y cuando llegada la gloria se convirtió en una autoridad mundial en el campo de la psiquiatría; fue también el apoyo del genio, cuando minado por el cáncer se debatía entre la vida y la muerte.
Los primeros años juntos fueron de estrecheces, la llegada de los hijos los mantuvo unidos pero también distanció en alguna medida a un hombre ocupado en sus innovaciones y a una mujer agobiada por el cuidado de la casa y los niños. Pero aquella relación duró hasta el final de sus vidas, lograron sobrellevar los peores años y disfrutar la fama cuando él se había convertido en una eminencia. Una de sus hijas, Anna se convertiría en el tiempo en una autoridad en el mundo de la psiquiatría infantil.,
La vida de los Freud era una vida normal y común´, una pareja enamorada, una mujer silenciosa que amaba y apoyaba a un hombre que desde sus innovadoras formas de diagnóstico y grandes descubrimientos de la psique humana, nos pareciera por momentos alguien totalmente diferente del resto de los mortales. Freud era un hombre común en casa, en sus relaciones familiares.
Muchos ignorarán el nombre de la esposa de Freud, y muchos más poco interés hallarán a su existencia, pero detrás de aquel genio, como de tantos grandes hombres, había una mujer callada y anónima, dando apoyo y ocupándose de las faenas normales de la familia, para permitir que el genio hiciera su trabajo, y fuera en pos de sus grandes descubrimientos de la psique.
Ya les digo, leerlo es casi obligado, si uno quiere conocerse a Freud más allá de sus libros técnicos sobre su gran trabajo investigativo de la psique humana