Padre
Dios Todopoderoso, fuente de la salud y del consuelo, que has dicho "Yo
soy el que te da la salud" (Exodo 15,26):
Acudimos
a ti en este momento en el que, por la enfermedad, experimentamos la
fragilidad de nuestros cuerpos.
Ten
piedad Señor de los que estamos sin fuerza, "devuélvenos la salud y
quedaremos sanos". Has efectivos los tratamientos médicos (para nuestro amigo Quijote) y Líbralo de los efectos secundarios de la medicina y haz lo que
la medicina no puede hacer.
Realiza
un milagro de tu Amor y concédenos la salud del cuerpo, la paz en la
mente y en el alma, para que libres de toda enfermedad y recobradas las
fuerzas, podamos servirte mejor asi como a nuestros hermanos y, pase lo
que pase, danos fortaleza y esperanza.
Lo
pedimos en el nombre de tu Hijo Jesucristo, con la Virgen María nuestra
Madre, orando en la fuerza del Espíritu Santo, a Ti que vives y reinas
por los siglos de los siglos. Amén.
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