Es posible cambiar el destino.
Además de los genes fisiológicos conocidos,
existe también una programación genética.
Y en nosotros estos “genes de la conducta”
se manifiestan en secuencia, como en un ordenador:
en cada momento y cada vez se ejecuta
una determinada tarea.
Pero el cómo realizar cada vez su nuevo estado,
es decir, el conducirme hacia una mejor fusión,
unión y equilibrio con la Naturaleza,
esto sí que lo comando yo.
Si estoy preparado para esto,
si deseo realizar este gen correctamente,
en la dirección correcta,
entonces no tengo que caeratropellado bajo un coche;
podré hacerlo por mediode cualquier pequeña y
simple buena acción.
Porque tan pronto como comienzo
a desviarme a otro sitio,
pensando que obro bien pero desconociendo
de la verdadera dirección de la Naturaleza,
entonces enseguida actúa sobre mí
una fuerza negativa correctora.
Esta actúa sobre mí en forma
de sufrimientos y me corrige.
Por eso es necesario conocer con exactitud
la dirección y seguirla.
El problema básico de la humanidad
es que piensa que sabe cómo actuar y
arrasa con todo a su paso.
En resumen,
realiza insensateces producto de la ignorancia.
En el desarrollo de nuestra evolución
nos hemos elevadoa un nivel en el que
todos nosotros estamos absolutamente
conectados mutuamente.
Esto es lo que es necesario tener en cuenta.