La escuela Pùblica es un centro educativo de titularidad pública que asume como suyos los derechos, valores e ideales democráticos incluidos en la Constitución y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y por lo tanto, organizaremos las actividades educativas y de convivencia basándonos en los principios de igualdad, solidaridad, tolerancia y pluralidad. Asimismo nos sentimos comprometidos con el modelo de enseñanza pública que promueve la participación de todos en la gestión y en la vida del centro. Entendemos que la primera función del Centro es el pleno desarrollo de la personalidad y de las capacidades de los alumnos. El Centro debe contribuir a que cualquier alumno, independientemente de sus orígenes culturales o sociales, conozca la multitud de oportunidades que le ofrece la sociedad y busque entre ellas aquellas que constituyan su vocación y le permitan encontrar su propio lugar y realizarse como persona. En este sentido la exigencia de calidad sólo puede llevarse a cabo sobre la base de la flexibilidad necesaria para adecuar la educación a la diversidad de actitudes, intereses, expectativas y necesidades de los alumnos, así como a los cambios que puedan experimentar éstos o la propia sociedad a lo largo del tiempo. Por ello también asumimos las tareas de suscitar o profundizar en los alumnos el deseo por aprender y comprender la vida en su complejidad.
En segundo lugar entendemos el Centro como un espacio no sólo de transmisión sino de puesta en práctica de ciertos valores y principios básicos e imprescindibles para la convivencia, como el ejercicio de la responsabilidad individual; el respeto a las personas, sus derechos y libertades; la tolerancia de las diferencias culturales, políticas y religiosas; la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y de trato y no discriminación de las personas; la solidaridad con aquéllos que parten de una situación de desventaja, independientemente de que ésta sea debida a causas personales, culturales, económicas o sociales y con atención especial a las personas con discapacidad; y el ejercicio de la democracia en nuestra toma de decisiones. Para que estas palabras no signifiquen una mera y hueca declaración de principios, nos detendremos a desarrollar algunos de ellos: · La exigencia del respeto hace referencia al cuidado activo de las relaciones personales para que trabajemos en equipo con unidad de objetivos y con pluralidad de opiniones y criterios. Este respeto implica la no discriminación de ningún miembro de la comunidad educativa por motivo de sus ideas, procedencia o condición. A la vez, este respeto debe extenderse hasta las instalaciones y los objetos materiales y no materiales, como este Proyecto Educativo y el resto de los planes que se llevan a cabo en el Centro. · A su vez, la actitud de tolerancia conlleva el ejercicio de la capacidad de escuchar y sopesar otras opiniones, usar la crítica como medio de mejora y colaboración, cooperar en la realización de los proyectos educativos que puedan ponerse en práctica. Nuestras relaciones seguirán un modelo de diálogo abierto y sincero, libre y respetuoso entre las personas. · En el centro se promoverá la solidaridad entre sus miembros. Esta actitud solidaria debe ser el resultado de un deseo personal y voluntario, no coactivo ni mecánico. No obstante, el centro como institución debe estar dispuesto a defender y a apoyar a las personas que lo necesiten. · El respeto, la tolerancia, la cooperación y la solidaridad deben ser valores que desde el entorno más cercano se extiendan hasta diversidad cultural, lingüística e histórica de España y del mundo. En este contexto, somos conscientes de que la interculturalidad es un elemento claramente enriquecedor de las personas y de la sociedad y eso debe de ser mostrado en nuestra práctica diaria. · En cuanto al ejercicio de la participación democrática, implica poner en práctica las formas y los criterios que debiéramos saber usar todos los ciudadanos para tratar de resolver pacíficamente nuestros conflictos o la mecánica para consensuar y tomar decisiones que afecten a un grupo de personas. Para ello es decisivo abrir espacios para la participación del alumnado directamente o a través de sus representantes en los órganos colegiados, sin olvidar que es necesario potenciar la implicación de padres, profesores y resto del personal del centro en las decisiones que puedan afectar a todos.
HAY UNA CANCIÒN QUE DICE AYER TE VI http://www.youtube.com/watch?v=FljvcAEEU5I
|