Porque sea lo que fuere que pueda suceder, siempre podrás encontrar la manera de progresar.

Deja de lado tu resentimiento y enojo

por aquellas cosas que están fuera de tu control. Haz lo mejor que puedas con el sitio en el cual te encuentras, con lo que tienes,

y eso será más que suficiente.

Deja de lado el dolor que acarreas

 por cosas que ocurrieron hace mucho tiempo. Date la posibilidad de experimentar la gloriosa libertad del perdón.

Deja de lado las necesidades

que en realidad no necesitas,

 que hacen que tu vida

resulte tan ansiosa y complicada.

Encuentra verdadera plenitud,

no en conseguir cosas, sino en ser.

Deja de lado los arrepentimientos,

 las desilusiones y las angustias.

 Decide perseguir las mejores oportunidades que te hacen señas desde allí, delante de ti.

Deja de lado todas las excusas que tienes

 para no vivir plenamente.

Dale belleza y sentido a la vida y al mundo en el cual ahora estás inmerso.

Déjalo ir y disfruta el hoy y el ahora