Amar demasiado no significa que estés muy enamorada sino más bien todo lo contrario. No es que ames demasiado sino mal. Porque amar es crecer juntos, no uno arriba y el otro abajo.
Tú eres una persona en búsqueda del enamoramiento, eso en si mismo no es algo malo. Lo doloroso, para ti, es que no logras alegría sino euforia, que no es amor sino "algo". Una "sensación" que termina. Y que, como con las drogas, después trae el bajón.
Hablamos de una relación adictiva. Una relación es adictiva cuando te daña, perjudica tu salud (toda tu salud) y sin embargo no puedes abandonarla. Si tú eres adicta al amor soportarás increíbles cantidades de sufrimiento en las relaciones que establezcas.
El amor deviene obsesión y es así como quienes te atraen son las personas que resultan inadecuadas para formar, realmente, una pareja. Interpretarás todas las características de "esa" persona como señales de que "el/la elegido/a" está necesitado e intentarás ayudar a la persona de la que terminarás dependiendo (aunque creas que el poder de tu amor lo/a salvará).
Quien ama demasiado sufre. Quien ama demasiado se anula como persona.