Cuando te encuentre, te poseeré.
…ese día, o a más tardar al siguiente, te llevaré a la cama.
Sin pedirte ni permiso; me acercaré, tocaré todo tu cuerpo y te poseeré.
Te dejaré con una enorme sensación de cansancio y sentirás voluntad de entregarte al máximo.
Lentamente te sentirás erizada y te haré transpirar profundamente.
TE HARÉ GEMIR Y HASTA LLORAR.
Te dejaré sin aliento, sin aire y tu cabeza conocerá fuertes pulsaciones.
Mientras esté contigo, no te sentirás capaz de salir de la cama.
Cuando yo termine, me iré sin despedirme, con la convicción que, ¡¡un día volveré!!
Firmado: La gripe.