Un oficinista le comenta a su compañera de trabajo que está muy preocupado porque ha notado que va perdiendo la memoria cada vez más. Entonces, ella le propone:

"¿Por qué no hablas con mi marido? Él tenía el mismo problema y gracias a un gran médico lo está superando".

El hombre va enseguida a ver al marido de su compañera.

"¿Puedes darme el nombre de ese médico tan bueno?"

"Sí, como no. Es el doctor... Espera, lo tengo en la punta de la lengua... El doctor... Sí, claro, es el que me ha curado... Se llama... Oye, ¿cómo se llama la virgen negra que es la patrona de Cataluña?"

"Montserrat".

Y dice, entonces, llamando a su mujer:

"Montserrat, ¿cómo se llama el médico que me ha curado la falta de memoria?"