LINDAS MANOS
En el borde de un arroyo, unas chicas estaban hablando, haciendo alarde de sus hermosas manos. Una de ellas metió la mano en el agua con gas y las gotas que caían de sus palmas parecían diamantes.
- Mira cómo tengo las manos hermosas! El agua corre a tres cuartas partes de ellos como joyas preciosas, dijo, levantando las manos para admirar la otra.
. Eran muy suave y blanca, porque lo único que les hizo fue a lavarlos en agua fría y limpia.
Otra chica corrió a recoger fresas y aplastado en la palma de la mano. El jugo fluía como el vino aplastados por los dedos hasta que los dedos eran de color rosa como el cielo al amanecer. . .
. Otra señora recogió las violetas y los aplastó en sus manos hasta que estuvieron muy fragantes.
Son aromáticas, como violetas de los bosques de la primavera - dijo, levantando las manos a la admiración de otros.
. Eran muy suave y blanca, porque lo único que les hizo fue a lavarlos cada mañana con violetas.
La niña de cuarto no mostró sus manos, dejándolos en el regazo. Una anciana llegó caminando por la carretera y se detuvo cerca de las chicas. Le mostraron sus manos, le preguntó a ver las manos de la niña por última vez, que los mantuvo en su regazo. Se llevó las manos con timidez.
- Um, estan bien limpias - dijo la mujer -, pero están trabajando duro. . Ayudan a lavar los platos, barrer los pisos, limpiar las ventanas y sembrar el jardín. . Estas manos, cuidan del bebé, manos ocupada con la casa para que sea un hogar feliz lleno de amor y afecto.
Entonces la vieja se metió la mano en el bolsillo y sacó un anillo de diamantes, rubíes más rojo de las fresas, y mucho más turquesas violetas.
- Toma, usa esta joya querida. -Te mereces el premio por las manos mas hermosas .
La mujer desapareció, dejando a las niñas sentadas en el borde del arroyo.
Del libro de las virtudesI - O compasso moral William J. Bennett - Ed. Nova Fronteira
Mara
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