En el Parque del Recreo, siempre en la misma esquina soleada junto a las dalias y nasturcias sonrientes, la felicidad flota atrapada en un manojo de colores, sujeto entre las manos de Don Félix, el globero más famoso del Espejo.
- Buenos días, Don Félix.
-Piiii- responde Don Félix, soplando su agudísimo silbato.
-Don Félix, todos en el Espejo desean tener uno de sus globos. Dicen que usted no los infla con helio: los llena con felicidad ¿Cómo puede ser eso?
Don Félix nos regala una amplia sonrisa de sandía, y guarda silencio.
Sí. Don Félix ama estar en silencio. Tal vez, para conservar más el aire en sus pulmones, y después poder inflar sus globos con una sonrisa, con una risa o con una carcajada, en el momento en que encuentra la felicidad.
-Noooo, jejejeje Noooo- ríe Don Félix, meneando la cabeza.
-¿No es así, Don Félix?
-No- contesta y enseguida dice: “OI”.
Simultáneamente levanta el dedo índice, lo coloca cerca de su oreja y voltea ligeramente los ojos hacia un lado y arriba.
En lo que trato de comprender lo que está haciendo y lo que significa “OI”, sale volando un pájaro de entre las dalias y las nastru… nasturcias.
Don Félix mueve la cabeza y sonríe.
-¿De qué se ríe, Don Félix?
Don Félix solamente señala al cielo y se ríe.
–Ah, ya sé –le digo- OI: “Observation Initiation” ¡Me va a iniciar en el arte de la Observación! Para eso quiere que observe el cielo. Por supuesto! La felicidad está en el cielo!!!
-jejeje- sonríe y niega con la cabeza.
-…Ah… ¿El vuelo de las aves? ¿Quiere que observe cómo vuelan las aves? Mmmmm ¿Volar? Eso es! Volar como un ave… Dejar volar el espíritu y…
-jejeje- sonríe y vuelve a negar con la cabeza.
- Pero… Don Félix, usted quiere que observe al pájaro. Usted señaló al pájaro.
-Noooo. Jejeje.
- Mmmmmmm ¿No? Ah! Es cierto! Usted NO señaló al pájaro! Señaló su oreja! Oh, sí! Oreja=Escuchar. Claro, escuchar el canto del pájaro. ¡Eso es! La felicidad está en el canto de los pájaros! Cuando usted escuchó el canto del pájaro se llenó de felicidad y…
-Noooo, jejejeje. No cantó. Noooo.
- No cantó. Mmmmm. Es cierto. No comprendo.
-OI- dice Don Félix, nuevamente.
Enseguida, pongo toda mi atención en el dedo de Don Félix, mientras el dedo de Don Félix señala las dalias y las… las… nas…turcias.
-¿Qué tiene su dedo, Don F … ¡Ay! Cuidado, una abeja!
-jejejejejejeje
-¿De qué se ríe, Don Félix?
-jajaja- ríe más abiertamente, señalando las dalias y las nas…naster… nastur… las flores esas!!
Me acerco con cautela a observar las flores.
-Sí. Son hermosas, Don Félix. Los colores, el perfume… Ah… La felicidad está en el perfume de las flores.
-jajajajajaja
-¡Don Félix! – reclamo, mientras el silencioso globero vuelve a apuntar con su dedo índice el cielo, y veo a la abeja revoloteando felizmente. – No, jejejeje- ahora soy yo quien río.- No me diga que la felicidad la saca de la abeja!... ¿No? De… la miel de la abeja?...
Don Félix levanta su dedo índice.
-jejeje- ríe, señalando mi cara, y dice: “OI”
-Ay, ya Don Félix! ¿Dónde está la felicidad? En el cielo? En el vuelo? En un canto? En un pájaro? La flor? El perfume, la abeja, la miel… en mi cara!!!! En dónde está!!! Ya le dije todo!!!
-Si- dice Don Félix- En TODO… jejejeje. ¿Quieres un globo?
-…un globo???
-Sí, jejejeje. Sujeta muy bien el hilo y disfruta TODO.
-Gracias- dije, y me alejé sujetando mi globo lleno de felicidad.