EL ANGEL DE CADA UNO
 
Silvia Schmidt

 No hay nadie entre nosotros que nunca haya creído,
por lo menos una vez, que la Vida no es justa con todos.

Lo que nos falta es comprender que no hay lecciones
iguales para todos y, menos aún, experiencias iguales,
porque cada uno tiene que aprender lo que necesita
para que se cumpla su destino,
y hay un único destino " por cabeza ".

Es siempre necesario que confiemos en la Vida.
Ella no es injusta con nadie.
Vida es sinónimo de DIOS.

Podemos, tal vez, perder algo valioso o un ser amado
o un amigo muy querido, entre tantas otras cosas.
De hecho, no es facil que aceptemos eso con naturalidad,
pero es imprescindible que aprendamos a entender
y aceptar las pérdidas en nuestras vidas.

Hay siempre razones para que atravesemos las
dificultades que atravesamos, pero son razones
que todavía no nos es permitido conocer.
Con seguridad no las comprenderíamos
y el dolor podría ser mayor.

Dios sabe cuál es nuestra " carga máxima " y no nos
da aquella que no somos capaces de cargar.

Si estás en una situación dolorosa y tienes la certeza
de haber llegado al límite de tus fuerzas y haber
hecho ya todo lo que podías hacer,
CREE:
has quedado libre y una prueba más se ha cumplido.
Ha finalizado una etapa más en la Escuela de la Vida.

Mara

 
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