Un tipo se queja con su médico: -Doctor, mi esposa es frígida y no logro excitarla con nada!
El especialista saca de su botiquín unas pastillas y se las da. -Ponga 1 de estas pastillas en el café de su esposa antes de acostarse y verá cómo reacciona ella.
Por la noche, el marido pone 1 de las pastillas en el café de su mujer y piensa: "Mi mujer es muy fría, mejor le pongo 2" Duda por un momento y decide ponerle otra más...
Antes de acostarse, el marido vuelve a titubear: "Le puse 3 pastillas, ¿y si ahora no estoy a la altura de ella? Mejor, me tomo yo también 3 pastillas."
A media noche, la mujer se despierta jadeando enloquecida y le reclama a su marido: -¡¡Necesito un hombre!!
El marido, gimiendo de la misma manera, responde: -¡¡Yo también!!