LIBERTAD
"Cuando la conocí, tenía 16
años. Fuimos presentados en una fiesta, por uno que decía ser mi amigo. Fue amor
a primera vista. Ella me enloquecía.
"Nuestro amor llegó
a un punto en que ya no conseguía vivir sin ella. Pero era un amor prohibido.
Mis padres no la aceptaron. Fui expulsado del colegio y empezamos a encontrarnos
a escondidas. Pero ahí no aguanté más, me volví loco. Yo la quería, pero no la
tenía. Yo no podía permitir que me apartaran de ella. Yo la amaba: destrocé el
coche, rompí todo dentro de casa y casi maté a mi hermana. Estaba loco, la
necesitaba.
"Hoy tengo 39 años;
estoy internado en un hospital, soy inútil y voy a morir abandonado por mis
padres, por mis amigos y por ella.
"¿Su nombre?
Cocaína. A ella le debo mi amor, mi vida, mi destrucción y mi muerte."
Esta narración,
atribuida a Freddie Mercury poco antes de morir de SIDA, habla con viveza sobre
los riesgos de la adicción a las drogas